
por 7Ma Medios
La histórica carrera de Mónaco quedó en el centro de la polémica, no por su glamour ni por sus paisajes, sino por las críticas generalizadas de los propios protagonistas. Pilotos de renombre mundial coincidieron en que el Gran Premio fue todo menos entretenido. Entre ellos, Franco Colapinto se destacó no solo por su sinceridad, sino por el colorido con el que describió la experiencia.
“Fue como salir un domingo a la mañana con la familia a la ruta”, lanzó el joven argentino, en alusión al ritmo lento que, según él, marcó la jornada. En un tono distendido pero directo, Colapinto añadió: “No estuvo muy divertido, íbamos muy despacio, muy lejos del ritmo. Fue muy aburrido ir a cinco segundos del ritmo en algunos puntos de la carrera”.
Max Verstappen tampoco se guardó nada. El actual campeón del mundo ironizó al comparar la competencia con el videojuego Mario Kart: “Podrías arrojar plátanos por todos lados y crear una superficie resbaladiza”, dijo tras asegurar que el circuito no permite competir en serio.
Carlos Sainz, por su parte, criticó duramente la estrategia de carrera y señaló que en Mónaco “se puede manipular la carrera como quieras”. Según el español, el problema no está solo en la cantidad de paradas o en la normativa, sino en que prácticamente no hay espacio real para adelantar. "Iba tan aburrido que pensaba en cómo cambiar esto", confesó.
Lewis Hamilton, el siete veces campeón, fue otro de los que coincidió con el descontento general. Para él, la regla de las dos paradas obligatorias no cambió absolutamente nada. “No hizo realmente ninguna diferencia para mi carrera”, sentenció.
Charles Leclerc, segundo en la carrera, también aportó su visión: solo disfrutó las primeras vueltas y luego debió cuidar el auto, preocupado por el sobrecalentamiento en una pista trabada que impedía fluir.
Isaac Hadjar, Alexander Albon y George Russell reforzaron el malestar. “No disfrutamos este tipo de carreras”, dijo el piloto de Williams. Y Russell, sin filtro, afirmó que “esto no es una carrera, es como jugar al ajedrez, aunque el ajedrez quizás es más divertido”.
En medio de tantas quejas, Lando Norris fue quien se llevó la victoria. El británico de McLaren logró su primera conquista en Mónaco y la sexta en la categoría. Sin embargo, ni siquiera su triunfo logró desviar la atención del debate creciente sobre el trazado monegasco, que parece estar perdiendo el encanto entre quienes más importan: los que se sientan detrás del volante.